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miércoles, 27 de junio de 2012

Cómo expresar los sentimientos negativos y no perjudicar nuestras relaciones


Cuando nos relacionamos con los demás, es normal que surjan situaciones o momentos en los que no estemos de acuerdo con el otro, o nos moleste y nos haga sentir mal algún comentario o acción por parte del otro. En las relaciones de pareja saber manejar estas situaciones es de vital importancia, para que la relación no se deteriore. Y evitar estar echándose cosas en cara sin llegar a ningún puerto, o lo que es más sintiéndonos aún peor en relación con el otro. Pero aunque en este ámbito tenga una especial importancia, lo que vamos a comentar lo podemos aplicar a cualquier tipo de relación: amistades, familiares, compañeros de trabajo, etc.

Por tanto, ¿cómo podemos expresar nuestro malestar de una manera adecuada y en beneficio de nuestra relación con los demás?

Debemos hacerlo de una manera directa, nunca de forma indirecta a través de, por ejemplo ironía o mostrándose enfadado esperando a que el otro averigüe el porqué; se trata de "confesar" nuestros propios sentimientos no de acusar a la otra persona de algo; debemos expresarlos de manera espontánea y no aplazarlo, manteniendo por tanto nuestro malestar; es decir, expresarlo en el momento y no ir guardando los sentimientos negativos hasta parecer una "olla a punto de estallar"; hacerlo de manera asertiva, es decir, expresándolos adecuadamente respetando a la otra persona, pero nunca de manera pasiva o agresiva. Defendiendo nuestros sentimientos y nuestro espacio sin invadir el del otro, sin hacer como sino pasara nada pero tampoco llegar al punto de ser como una "olla a punto de estallar", porque se nos desborde nuestra ira. Para hacerlo de forma apropiada, describiremos la conducta del otro que nos ha hecho sentir mal sin interpretar las motivaciones o intenciones del otro. Nos debemos ceñir a los hechos concretos.

Pasos a seguir:

Primero, expresar los propios sentimientos negativos. Por ejemplo, "me siento mal, triste ..."
Segundo, especificar la conducta del otro que ha motivado dichos sentimientos. Por ejemplo, "... cuando me hablas así". Nunca atacar a la persona, por ejemplo, " es que eres un ... y por eso..."
Tercero, especificar la situación concreta en que ha tenido lugar la conducta del otro. Por ejemplo, "cuando estamos con los amigos"
Cuarto, hacer una petición al otro que contribuya a mejorar la situación y los sentimientos. Llegar a un consenso o compromiso. Por ejemplo, "me gustaría que cuando estamos con los amigos me hablaras igual que cuando estamos solos"
Quinto, reforzar al otro por haber escuchado nuestra petición y comprometerse a realizarla o plantear un compromiso alternativo. Por ejemplo "te agradezco que comprendas mi malestar y me alegro de que a partir de ahora intentes cambiar..."

Hay que tener en cuenta que esto no implica necesariamente que la persona vaya a cambiar su comportamiento. Por ello se intenta llegar a un consenso o compromiso, para que ambas partes queden contentas en la medida de lo posible. Y lo que no hay duda, es que la otra persona entenderá y sabrá que es lo que te está molestando de ella. Pero habrá situaciones en las que la expresión de los sentimientos negativos se pueda complicar, porque la persona que los recibe no lo haga de manera adecuada o comprensiva, mostrándose más bien a la defensiva. Si esto sucede es preferible finalizar la conversación antes de que se convierta en una riña o discusión.
Pongamos todos nuestro granito de arena para no tener que llegar a esta situación, para ello es muy importante trabajar la empatía con el otro. Esto nos facilitará llegar al consenso o compromiso con el otro, precisamente en beneficio de nuestra relación.

domingo, 24 de junio de 2012

Sección de noticias: Más del 50% de los españoles ha recurrido a su mascota tras la muerte de un ser querido o por una ruptura sentimental



El 54 por ciento de los españoles ha recurrido a su mascota para sentirse mejor tras la muerte de un ser querido, una ruptura de pareja o simplemente por soledad, según se desprende de un estudio realizado por la empresa farmacéutica veterinaria CEVA.
En la investigación se señala también que, si se tienen en cuenta otros motivos como por ejemplo, problemas laborales, discusiones familiares o incluso insatisfacción con uno mismo, este porcentaje asciende al 98 por ciento. Así, solo un 2 por ciento de los encuestados opina que su animal de compañía no influye positivamente en su estado anímico.
Estos datos demuestran que las personas que tienen una mascota la consideran claves en su vida y, en la mayoría de ocasiones, la tratan como una más de la familia.
Asimismo, los resultados del sondeo señalan que la mayoría de los dueños de mascota prefieren a su familia o a su pareja antes que al animal. No obstante, uno de cada cuatro encuestados asegura preferir antes a su mascota que a su compañero o compañera sentimental, debido a las inexistentes discusiones o enfados, así como a la sensación de que la mascota entiende y conoce más a su dueño que no su propia pareja.
Por otra parte, 9 de cada 10 dueños de mascotas aseguran valorar el hecho de que a sus parejas les gusten los animales. De este total, 5 de cada 10 comentan que lo hacen porque creen que una persona puede ser más sensible por el mero hecho de que le gusten los animales, mientras que el resto --4 de cada 10-- lo consideran un punto de unión con la pareja.
REQUISITOS PARA CONCILIAR LA VIDA DE PAREJA CON LA MASCOTA
Por ello, y a raíz de estos resultados, los expertos en comportamiento felino de CEVA recomiendan una serie de requisitos para conciliar la vida de sentimental y el hecho de tener una mascota, concretamente si se trata de un gato ya que los felinos son los que requieren una mayor adaptación.
Así, aconsejan concienciar a la pareja y utilizar ejemplos comparativos, si es necesario, de lo importante que es para uno su mascota; intentar que sea la pareja la que le de comer o juegue con él en el caso en el que se comporte de manera distante o incluir a la mascota en algunas de las actividades rutinarias que se realizan en pareja, sin abandonar las que el dueño y la mascota compartían antes de que apareciera el recién llegado.
Además, recomienda utilizar productos como 'Feliway', en el caso en el que la pareja se mude de casa, para que el gato reconozca el nuevo territorio como propio y se sienta cómodo en él, y se deje que el felino siga durmiendo en la cama si anteriormente ya lo hacía.

Fuente: EUROPA PRESS


viernes, 22 de junio de 2012

Motivemonos aún más

Más consejos y recomendaciones para no perder nuestra motivación:




Y cuando nuestros pensamientos se vuelvan negativos, sustituyamoslos por otros como:



Sección de anuncios: Os recordamos que ...





Durante los meses de Julio y Agosto, con la posibilidad también de darlas en casa de la profesora. Para más información llamar al teléfono que aparece arriba.


jueves, 21 de junio de 2012

Nuevas posibilidades en "Psicoeducate"


A partir de ahora podrás traducir "Psicoeducate" y leernos en diferentes idiomas, facilitando la lectura a los seguidores de otros países.

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Busca estas utilidades al final de la columna izquierda, debajo de las encuestas.

Esperando que os sea de utilidad

Motívate para conseguir lo que quieres


¿Quién no se ha planteado metas, objetivos, propósitos que ha empezado a llevar a cabo pero que no ha sido capaz de finalizar? o ¿quién no se ha desanimado ante una situación adversa, y ha perdido ilusión, energía para continuar con su propósito?, o ¿que ante la consecución de una meta a largo plazo, como la finalización de los estudios, aprobar oposiciones, proyecto laboral,  se ha reducido el ánimo para lograrlo por sentir muy lejos la meta y parecer que no llega nunca?

Cuando esto nos sucede solemos decir comúnmente que nos falta fuerza de voluntad, que nos puede la pereza, etc. Vamos, que lo que queremos decir es que nos falta "combustible" para continuar activos en la consecución de nuestras metas, este "combustible" es el que nos activaría nuestras emociones positivas, haciendo que nos sintamos con ganas de continuar. Y técnicamente de lo que estamos hablando es de tener motivación, con motivación nos referimos a la actuación de fuerzas desde dentro de la propia persona, o desde el exterior, que tiene como consecuencia el iniciar y dirigir el comportamiento. Es nuestro motor para hacer lo que nos hemos propuesto.

Resulta importante en muchas situaciones cotidianas como hacer dieta, dejar de fumar, estudiar, salir en fin de semana, hacer deporte,... sino hubiese algo que nos empujara a ello (motivara), no lo haríamos. Resultando de importancia no solamente tener la motivación inicial sino también saber mantenerla hasta alcanzar el objetivo propuesto.

Lo primero a plantearse es la meta o el objetivo, pero si esta decisión no se lleva a la acción al final no servirá de mucho. Para ilustrar esta frase voy a compartir con vosotros una historieta que aprendí en un curso: se trata de cinco ranas que se encuentran en una charca y una decide saltar, ¿cuántas quedan?. Ahora podéis reflexionar ....

La clave está en que decidir no es lo mismo que hacer. Por lo tanto realmente no se sabe.

Tener un plan es de gran importancia para dar inicio a la motivación, por ejemplo, llega el fin de semana y como no tienes nada planeado te quedas en casa, en el sofá y sin hacer nada. Porque no tienes ningún plan. Si te hubieses planteado una salida al monte, hacer deporte, quedar para comer, hubiese sido más probable que te movilizaras a ello. La clave inicial está en tener un plan, por ahí empieza la diferencia entre un fin de semana en casa sin hacer nada y uno con actividades o salidas placenteras, como una comida, cena o realizar esa actividad deportiva que tanto te gusta.

Hay que ser constante y persistente, haciendo lo que tienes previsto te sientas como te sientas. Ya que en muchas ocasiones decimos, "no tengo ganas ya lo haré luego". Para eliminar o combatir estos obstáculos hay que plantearse lo siguiente: ¿y si no pasara esto, o no te sintieras así, qué harías?, ¿Y si tuvieras ganas que harías? ¿lo harías?. Lo que te hace ganar, conseguir lo que quieres, es esforzarte aunque no tengas ganas.

Cuando estemos viviendo un momento en que sintamos que perdemos la motivación, tenemos que intentar ver el vaso medio lleno. Creer en uno mismo y que se va a conseguir la meta. Dándose, a uno, ánimos a través de frases que conducirán nuestro pensamiento por el camino del logro: "yo puedo, lo conseguiré, ya solo me queda esto, estoy a punto de terminar, que bien que me está quedando o saliendo,...".

Si hay algo que no va tan bien como queremos, no debemos generalizar pensando en "todo me sale mal" sino que debemos intentar localizar aquello que falla para únicamente modificar esto, sin necesidad de pensar que todo sale mal o que se ha fracasado por ello. Por lo tanto será de importancia gratificarse por los pequeños logros que uno vaya consiguiendo, y valorarlos como pasos dados, estando por tanto más cerca de la meta.

Cuando nos implicamos en un reto y lo desarrollamos, tenemos mayor sensación de control de la situación y de estar más próximos a su consecución, que si nos paralizamos y pensamos que no podemos o que no se puede superar.

También nos será necesario saber cuando debemos parar y descansar, entre tanto esfuerzo para recuperar energía. Plantearse si lo que se está haciendo es o no el camino adecuado para alcanzar el objetivo, y si no realizar las modificaciones pertinentes. Es necesario por tanto pararse y reflexionar.

Y para finalizar, hagámonos una pregunta: ¿cómo me veo yo, o cómo me quiero ver dentro de ,por ejemplo, 4 años en las distintas áreas de mi vida?, Reflexionemos si vamos por donde queremos y motivemonos hacia su consecución.


jueves, 14 de junio de 2012

Sección de noticias: ¿cómo afecta el desempleo a la salud?



 La presión de buscar trabajo y ver cómo pasan las semanas sin encontrar nada que se ajuste a nuestros requerimientos puede ser un escenario bastante angustiante e incluso desencadenar un cuadro de estrés. Sin embargo, si a eso se suman el pago de las cuentas, la educación de los niños y cumplir con todos los compromisos adquiridos, sin duda, la condición puede afectar aún más la salud.

Muchas personas al perder su empleo empiezan a notar al poco tiempo, que les falta el aire, que no se adaptan a esta nueva rutina o simplemente empiezan a sentirse inútiles, y esto se encuentra relacionado con el miedo al futuro y con el temor a cosas que pueden pasar y no estar preparados. 

Según la doctora Marnet, licenciada en Medicina por la Universidad de Barcelona, quien se enfrenta a esta situación puede sufrir trastornos psíquicos, como la depresión, la tristeza, problemas de sueño que llevan a un mayor riesgo de accidentes y la aparición de respuestas agresivas y fobias que nunca antes había experimentado esa persona.

Pero también pueden aparecer problemas físicos o enfermedades psicosomáticas, y entre las más frecuentes en este caso cabe destacar el asma, la artritis, las úlceras o las cefaleas. En cualquier caso, el principal remedio que propone la doctora Marnet a todas estas patologías es el apoyo de la familia. 

La actitud de la familia es fundamental para que el desempleado pueda llevar de la mejor forma posible su nueva situación con su nueva rutina, y lo mejor que pueden hacer los demás miembros es compartir con él la situación: Hacerle ver que es un problema de toda la familia, no sólo suyo, y que aunque es grave lo van a superar juntos. Siempre con paciencia y ayudándole en la medida de lo posible a encontrar ese trabajo que tanto ansia. La familia debe proteger al miembro de la familia que se queda sin trabajo 

Margarita Chico, directora de Comunicación Corporativa de Trabajando.com, agrega que “hay que tener muy claro, que el aumento de la tensión familiar no debe ser siempre considerado como una consecuencia directa del mismo desempleo, ya que éste actúa como un factor que acentúa el tipo de relaciones familiares que ya existían”. Chico recomienda mirar a la familia como un apoyo más que otro motivo por el cual estar estresado. 



Fuente:

http://www.equiposytalento.com/noticias/2012/06/07/como-afecta-el-desempleo-a-la-salud

miércoles, 13 de junio de 2012

Dormir "a pierna suelta" un placer muy necesario


El sueño, dormir, es una necesidad como el comer.  En el sentido de que la podemos catalogar como del mismo nivel. Ya que es fundamental para nuestro día a día, para nuestra supervivencia y para que podamos rendir y realizar todas nuestras tareas. Necesitamos dormir y descansar unas horas determinadas y no solo eso, también necesitamos que ese sueño sea reparador. Porque no solo es importante dormir, sino también que cuando nos levantemos lo hagamos sintiéndonos descansados. Vamos, que sea un sueño de calidad. Y por tanto no por dormir más dormimos mejor.

En muchas ocasiones, la dificultad para conciliar el sueño puede terminar siendo un trastorno. Las disomnias son trastornos en la cantidad, calidad y horario del sueño. En esta categoría, se encuentra lo que conocemos como insomnio primario que se caracteriza por la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la sensación de no haber tenido un sueño reparador, además de tener que cumplir otros criterios para su diagnóstico.

Pero resulta muy frecuente que con la llegada de la primavera o incluso al inicio del verano, más personas tengan dificultad para conciliar el sueño o sensación de no haber tenido un sueño reparador. Sin necesidad de llegar a ser trastorno. Vamos a ofrecer una serie de recomendaciones, elementos a tener en cuenta y para poner en práctica, para facilitar el sueño:

Acostarse y levantarse todos los días a la misma hora. Ayuda para que se regule la segregación de melatonina, que es la hormona responsable del sueño, de tal manera que nuestro cuerpo la segrega cuando la necesita para dormir.

No leer en la cama, porque si hay dificultad para conciliar el sueño es preferible que la habitación se use solo para dormir. Mejor por lo tanto leer fuera.

No hacer ejercicio en horas muy próximas a la hora de dormir, pues en vez de ayudar a conciliar el sueño lo que haría es despejarnos. Si es bueno realizar ejercicio con regularidad como ayuda para relajarnos, pero en un horario no tan próximo a la de dormir.

Darse un baño caliente antes de irse a la cama es una buena manera de relajarse.

No planificar el día siguiente antes de irse a la cama o al final de el día. Ya que nos puede causar preocupación y por lo tanto dificultad para conciliar el sueño.

Evitar tomar, especialmente ya por la tarde, café, té, refrescos de cola y alimentos con muchas proteínas. Y evitar el exceso de líquidos, el consumo de chocolate o de grandes cantidades de azúcar antes de acostarse.

Si después de 15-20 minutos de estar en la cama no puedes dormir, levántate, pasea, lee... pero no te quedes en la cama. Ve a otra habitación y realiza una actividad tranquila. Porque si permaneces en ella es muy probable que empieces a inquietarte por no poder dormir y ver que pasan las horas, resultando cada vez más difícil conciliar el sueño y poniéndose uno cada vez más nervioso. Una vez cambies de actividad, como por ejemplo, salir a leer fuera, entonces cuando uno empiece a notar que se duerme hay que volver a la cama.

Eliminar las siestas y evitar echarse en la cama durante el día.

Si tienes problemas para dormir es preferible evitar estudiar por la noche.

Recomendable mantener la habitación a 20 grados tanto en invierno como en verano y eliminar de la habitación todo aquel aparato luminoso (despertador, televisión, radio...), así como sonoro (tic-tac del reloj ...).

Establecer todos los días antes de acostarse una serie de conductas rutinarias que indiquen la proximidad de la hora de dormir (cerrar la puerta, beber un vaso de leche, lavarse los dientes...).

Esperando que os sea de utilidad, buenas noches y buen sueño.

viernes, 8 de junio de 2012

Ya se han superado las 2000 visitas, GRACIAS



A finales de febrero de este año me inicié como bloguera con gran ilusión por conocer este mundillo y con ganas de aportar cosas a todos los que accediesen a él. Y hoy gracias a vosotros ya se han superado las dos mil visitas. Esto simplemente me aporta más energía y entusiasmo para continuar, para mejorarlo y sobre todo para tener en cuenta vuestros intereses, para seguir aportando un poco más cada día desde la psicología a nuestra vida cotidiana. Por eso no dudéis en aportar vuestras opiniones, eso es precisamente lo que nos enriquece y nos permite mejorar, conocer otros puntos de vista. Y aunque se que todos los temas no pueden gustar a todos, o incluso la forma de presentarlos, me sentiría muy satisfecha si aunque sea un poco he podido aportar algo a cada uno de vosotros.
Así que GRACIAS A TODOS VOSOTROS QUE LO HACÉIS POSIBLE.

miércoles, 6 de junio de 2012

Ansiedad ante los exámenes, no dejemos que nos bloquee


En estos momentos estamos en época de exámenes, unos enfrentándose a las pruebas de selectividad, otros preparándose para los exámenes finales de la Universidad, otros los exámenes de fin de curso del Colegio o Instituto, otros preparando oposiciones, sea cual se la circunstancia lo que puede ser común para muchas personas que se preparan para enfrentarse a los exámenes es tener ansiedad.

La ansiedad provocada por los exámenes puede jugar una mala pasada a los estudiantes y dejar su mente en blanco como si no se supieran nada. Se estima que entre el 15% y el 25% de los estudiantes presentan ansiedad ante los exámenes; especialmente cuando se enfrentan a pruebas decisivas, como la selectividad u otras que hemos comentado.

La ansiedad ante los exámenes representa un tipo especial de ansiedad ante una situación estimular concreta. El sentido común nos podría hacer pensar que es un problema que sólo padecen aquellos estudiantes que sistemáticamente suspenden asignaturas o aquellos que estudian poco. Es decir, que exista una relación entre suspender y tener ansiedad. Pero la experiencia nos dice, que ambas condiciones no tienen necesariamente porque ir relacionadas, aunque en muchos casos sí exista tal relación.

Se ha demostrado que los estudiantes que experimentan una alta ansiedad ante los exámenes sufren una merma muy importante en su rendimiento de tal forma que aunque hayan estudiado mucho su elevada ansiedad no les permite realizar bien el examen y aún en el caso de no suspender su nota es inferior a la que podrían obtener si fueran capaces de controlar la ansiedad.
A nadie le gusta ser evaluado, la connotación de "juicio" que tiene toda evaluación hace que las personas que han de someterse a ella no suelan estar cómodas. Sobre todo si se espera un resultado negativo y se anticipan también las consecuencias negativas que se derivan de tal resultado.

El objetivo es aprender a mejorar los estilos de vida relacionados con los exámenes, cambiando hábitos de vida, utilizando técnicas de estudio eficaces, tener la motivación necesaria, control y preparación mental, y planificando el tiempo y las materias a estudiar. Para ello vamos a dar algunas recomendaciones:


Tiempo para dormir y descansar, al igual que en cualquier otra época, en tiempo de exámenes es importante dormir las horas necesarias (8 horas) y hacer tiempos de descanso durante el estudio.

Es importante llevar una adecuada alimentación y pautas de higiene, no dejarse uno de arreglar o abandonarse en este sentido. Hay que seguir manteniendo un horario y vida ordenada.

Es importante realizar algún tipo de actividad física o deporte de manera regular o constante, nos ayudará a descargar tensión y liberarnos de ansiedad. Así como sernos de ayuda para dormir mejor, en este sentido es importante no realizar la actividad física justo antes de acostarse, porque en un principio nos activará y en ese momento no podremos dormir.

Aprovechar los descansos de estudiar para realizar actividades que nos resulten agradables, para gratificarnos por el esfuerzo y motivarnos. En estos tiempos de descanso de estudiar, podemos aprovechar para practicar relajación, tener nuestro espacio de paz y tranquilidad, escuchar música relajante; esto nos permitirá recuperar energía para continuar con nuestra tarea.

Tener un cierto control sobre los pensamientos negativos, dándonos cuenta de ellos y sustituyéndolos por otros más positivos, y además visualizarnos mentalmente logrando nuestro objetivo. Ejercicio que nos permitirá motivarnos para estudiar.

Y para poder realizar todo esto de una manera adecuada es importante la organización del tiempo, llevando más o menos una planificación de nuestras actividades diarias de tal forma que sea viable llevarlas a cabo. Tener en cuenta que unas actividades serán prioritarias y otras secundarias, empezar primero por lo prioritario. Y para que esta organización funcione bien es importante convertirla en un hábito, y no sólo en plena época de exámenes, sino el resto del tiempo. Con el fin de que cuando llegue la época de exámenes no tengamos que ponernos a pensar en estas cosas, pues ya se habrán convertido en hábito y lo realizaremos de manera automatizada. Lo que nos hará no perder tiempo de estudio.

Mucha suerte y ánimo para todos aquellos que estáis en época de exámenes, esperando que estas recomendaciones os resulten de utilidad.