Para reflexionar: La fábula del burro

En esta fábula cuyos personajes son una mujer, su padre y su burro más la gente que pasaba por allí, podemos ver reflejado que lo que tenemos que hacer en esta vida es lo que nosotros queramos hacer no lo que los demás quieran que hagamos. Debemos estar agusto con nosotros mismos y con lo que hacemos sin importarnos tanto lo que piensen los demás o si estos están de acuerdo, porque recuerda que es muy difícil agradar a todo el mundo y hagas lo que hagas siempre habrá a alguien que no le parezca bien. Por eso lo que cuenta es lo que te parezca a ti. Si hacemos lo que los demás quieren o esperan de nosotros y eso no se corresponde con lo que nosotros queremos, no podremos ser felices y nuestra autoestima se verá dañada.

De hecho si intentamos agradar a todo el mundo haremos un gran esfuerzo que al final no se verá recompensado, porque en ningún momento hemos hecho lo que nosotros queríamos. Y ese esfuerzo supone un gran desgaste psicológico que nos puede conducir a la tristeza, a la insatisfacción, ...

No caigamos en el error de volvernos esclavos de los demás, de lo que esperan de nosotros, del que dirán o pensarán. Entendamos lo que los demás esperan, pero debemos integrar y realizar lo que nosotros deseamos comprendiendo que ambas posturas pueden convivir. Porque el otro espera algo de ti desde su experiencia, su punto de vista y su manera de hacer. Aceptemos esa realidad, pero nosotros debemos construir nuestra propia experiencia, no podemos vivir la vida desde el punto de vista de otro porque entonces no somos nosotros quién la vivimos. Vivir el sueño de otro no es vivir nuestro sueño, ¿quién puede decir que un sueño es más válido que otro?. No debemos cerrar la puerta a un sueño porque alguien nos diga que no podemos o que lo que se debe hacer es esto "otro".

Porque la sociedad espera muchas cosas, pero y nosotros ¿qué esperamos?